El impulso de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana

Por: Mtro. Justino Vargas Larios

La infraestructura escolar aparejado a una concepción filosófica libertaria que la NEM a ofertado para ir cerrando las desigualdades sociales, es un tema también de justicia social en el que se encuentra inmerso el papel del maestro como trabajador de la educación, que tiene a la educación como su materia de trabajo. Materia de trabajo de la que gobiernos apátridas, antisociales y contrarios al desarrollo histórico de México se han empeñado en arrebatarle de las manos al magisterio. En este hecho nos han convertido en meros proveedores del saber, como si hubiésemos perdido la conciencia humana, el pensamiento, el profesionalismo, la pasión y el amor por lo nuestro, por lo propio de los mexicanos que a los maestros se nos da muy bien. Para golpear al cooperativismo que la escuela socialista del cardenismo impulsó, se obligó, por todos los medios quitarle al magisterio su vínculo social para así convertirlo en mero administrador de la enseñanza, haciendo de este acto un algo mecánico y deshumanizado de todo lo demás que otro le hacía parte de la vida comunitaria.

Bueno esa es historia de un sueño que se intentó hacer realidad, pero que ahora se abre la posibilidad de que en los presupuestos de la NEM se reivindique y se de continuidad, soñar, compañeros nos debe hacer vivir con ideales y esperanzas de altura.  El impulso de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana crea la necesidad de recuperar el liderazgo de antaño; tanto del docente, como del directivo de plantel. Mismo que debe ser acorde a la nueva realidad política educativa de la SEP presentando una fuerte carga social y con miras a la transformación de la realidad de la que se parte. Para posesionarse en la posibilidad de transformar: se debe partir por una visión crítica de las circunstancias que determinan el atraso cultural, económico y social del México emergente, del modelo neoliberal. Considerar que los fines de la educación establecidos en el Artículo 3º Constitucional inducen a la comprensión del entorno en que vivimos y la armónica inserción en el actual complejo del mundo para transformarlo; para encontrar una relación armónica con él y para hacerlo nuestro mundo, como lo diría el pedagogo Paulo Freire.

La introducción de las disciplinas socioemocional y vida saludable constituye una necesidad en un mundo que esclaviza al sector adulto al 100% en lo laboral, inserción que además angustia y frustra, ante la total entrega a una dinámica que no satisface las aspiraciones de bienestar y seguridad. Mientras se siga ubicando a México como una nación de maquila, sin importar las múltiples consecuencias sociales, habrá la necesidad de que la escuela sea el único refugio en el que se atiende la tensión nerviosa de que los niños son objeto en el ambiente del núcleo social en que se desarrollan. La escuela no se debe convertir en el siquiatra que atienda los daños colaterales que produce la angustia en que se tiene secuestrada a la sociedad trabajadora. Los aprendizajes no deben proponerse la adaptación del individuo a las circunstancias impuestas de un statu quo fatalista; más bien los aprendizajes deben ser el elemento que posesiona y reposiciona al individuo en sociedad como la palanca que impulsa la transformación para la conquista de mejores condiciones de vida y plena realización humana. Como en la Escuela Rural Mexicana; debe abrirse el espacio para un docente con conciencia social, comprometido con la progresiva transformación humana del pueblo mexicano y que perfila a sus alumnos para la inserción armónica a esta sociedad democrática y justa a la que llamamos patria, haciendo de la lucha social del momento, una lucha social y filosófica que se proyecta a un futuro grandioso para la sociedad mexicana. He ahí, la gran epopeya por la que vale la pena engancharse a la 4T como magisterio, es decir, que el magisterio rinda honor al grandioso atributo otorgado en esta legislatura en el que se le reconoce como un agente histórico de transformación y cambio social. Es este el nivel en que se debe reconocer que no se puede instaurar una educación de y para la libertad con los mismos propósitos, percepción, esquemas tradicionales, herramientas e infraestructura que aqueja a la escuela de la opresión. No se debe seguir esperando que los directores, supervisores y jefes de sector sigan cumpliendo la función de fiscales del patrón para que los maestros adoctrinados, adoctrinen a los niños; haciéndoles creer una historia mágica y bonita cuando hoy, lo que hace falta es conocer y transformar la realidad humanizándola. Esa es una práctica de la nefasta escuela neoliberal que soñaba con hacer de cada persona, una pieza de una gigantesca máquina para producir dinero y nada más.

El hecho de que hoy se tenga al centro a los NNA y no a la escuela dice mucho del humanismo visto desde otra perspectiva.  Debe provocarse que la escuela expanda el pensamiento y todas las facultades de los niños y entonces, en una verdadera reforma va a ver que considerar tantos temas que se vinculan como insumos que garantizan una mejor educación, los proyectos, las excursiones, las aulas, los espacios, las tecnologías, las bibliotecas, los talleres, el huerto escolar, la cooperativa, los comedores, la alimentación y la vinculación temática con todos y cada una de estas actividades. El propósito de este paradigma es dar cuenta de la existencia de las condiciones básicas consideradas en este estudio sobre infraestructura, mobiliario y equipamiento materiale en los planteles escolares del país, que son necesarios para hacer efectivo el derecho a una educación democrática, critica y transformadora, constatando la demanda de espacios apropiados para expandir el pensamiento creativo y de esparcimiento artístico y corporal, el conocimiento y arraigo a la naturaleza; específicamente en dónde organizar el huerto escolar, el comedor escolar como una estrategia vinculada a las prácticas de enseñanza y como un plus a la oferta que la escuela otorga a la comunidad escolar,  conectividad y equipo para la investigación y la utilización de las TIC como herramientas de la enseñanza, espacios y organización  para los procesos  de aprendizaje cooperativo, bibliotecas con acervo amplio y básico para realizar prácticas de investigación documental, talleres para hacer prácticas elementales, laboratorios para experimentar y hacer pruebas básicas y elementales, el establecimiento de excursiones; tres locales y uno cuando menos al año a un lugar que amplié los horizontes pensantes del educando y que esté conectado a los aprendizajes programáticos, por mencionar algunos faltantes.  Por supuesto que, aparejado a los nuevos propósitos de la NEM, necesitamos otra escuela, otro edificio, con más y nuevos espacios, todos ellos encaminados a abrir y no cerrar el pensamiento diverso de los educandos. Tener organizado un jardín herbolario en la escuela, por ejemplo, de donde se obtengan las flores, cortezas, hojas o raíces para elaborar tés o esencias para el consumo de la población escolar es un aserto que está pendiente en el ejercicio enseñante de la NEM.

Se trata de pensar seriamente y con profundidad el cómo hacemos que la escuela sea autosustentable. Y la respuesta es invirtiéndole todo, conduciéndola con los mejores equipos que las universidades producen en los campos de la pedagogía, sociología, ingeniería, administración de empresas, arquitectura, historiadores, de los literatos, de los artistas, químicos, antropólogos, cibernéticos y más. En el ámbito educativo la austeridad no es una idea que rinda buenos resultados; en educación no deben escatimarse los recursos.

Estamos de acuerdo si, en que la eficacia, la transparencia y la honestidad: todo lo contrario, a la simulación; son valores que debe aplicar la austeridad republicana en forma transversal en la vida pública y económica de toda la vida social de la nación.

Se trata de que mínimo darle oportunidad a que la escuela se convierta en el laboratorio social en el que se prepare al futuro ciudadano para la vida. Justo lugar en el que se puedan poner en práctica los valores en su extensión dignamente humana; espacio en el que se auspicie la libertad de expresión y desarrollo de las inteligencias múltiples.

La operación de una propuesta pedagógica innovadora no es posible sin la transformación, paulatina y simultanea del entorno en general. Para que se pueda sacar de la inmovilidad el rezago educativo que arrastra, de manera histórica, esta escuela, deben cambiarse los paradigmas teorico_educativos, percibiendo a la institución educativa bajo otra visión que acompaña el desarrollo y futuro de la comunidad, se debe crear una infraestructura que albergue la posibilidad de propósitos diferentes y nuevos; transformándolo en un ambiente sanitario, saludable y armonioso. Premisa fundamental que hace factible la propuesta. Eh aquí que los medios, necesariamente deben alinearse a los fines, las políticas educativas con la filosofía de la libertad, la expansión cultural y la inclusión. Cuando se habla de austeridad se hace referencia a evitar el derroche de los funcionarios en el despilfarro de gastos superfluos, ostentosos e innecesarios, gastos que no tienen ningún impacto de mejora en la misión que tal o cual departamento tiene como encomienda. Pero no así al salario y acondicionamiento de quienes son la parte operativa de las verdaderas misiones como son los maestros y sus escuelas.

Con esta visión del colectivo docente queda claro que en la perspectiva se va más allá de la inmediatez de la lucha sindical y del incremento salarial, que el tema de la democratización no es únicamente el llegar a tener la dirigencia del SNTE, sino que justamente estamos pretendiendo devolverle al maestro la materia de su trabajo, ser dirigente y autor de los procesos de enseñanza y de su organización sindical. Pese a quien le pese, el pueblo encontrará en la lucha del gremio magisterial, el cauce de la lucha histórico social que le redime.

Sin embargo, el sacudirse el estigma de dominación que se solidificó en más de 500 años del sistemático sojuzgamiento histórico cuyo broche de hierro fue el periodo neoliberal; no puede ser tarea de un sexenio y menos aún de la escuela a la que se responsabilizaba de todos los males del sistema. Y es que los mexicanos podemos aceptar el lugar que nos corresponde en la división internacional del trabajo, siempre y cuando sean respetados en un acto de justicia, hoy, en la nueva política y de forma progresiva: los logros laborales, nuestra historia, nuestra dignidad. Garantizándonos la esperanza de un futuro justo para nuestra descendencia. Las estructuras que históricamente daban amparo a la mentira y la simulación, a la corrupción y a la discriminación en todas sus expresiones, están siendo desmanteladas, con las resistencias de sus exponentes en el ámbito judicial. El poder Judicial, en un acto de desacato al mandato social se encuentra amparando los actos retrógrados y de injusticia que corresponden al pasado. Sin embargo, en una escuela viva y comprometida con la transformación, todos estos, son temas de la curricula escolar y quedarán registrados en la historia, incluida en el contenido de los libros de texto para el estudio de las generaciones venideras quienes juzgarán y darán su veredicto a sus ideólogos y protagonistas. La historia de México registrará, en sus anales, el absurdo de que el poder que tiene la encomienda de hacer valer la voluntad (Ley) del pueblo expresada en las cámaras y en el presidente de la República, es quien se revela defendiendo los intereses de una nefasta mafia de saqueadores del país. Queda de tarea al magisterio transformar la propuesta de la SEP, de la NEM, que es discursiva, en un verdadero proyecto de trabajo objetivo y viable, para lo que se necesita de compromiso, inventiva, creatividad e imaginación, construir una propuesta educativa que aterrice un proyecto de formación para las generaciones actuales y pensando en un México con justicia y equidad social prospectando al futuro.