La feria de la unidad entre los pueblos resurgirá de las cenizas para llevar alegría al salir de la pandemia

Este 17 de febrero se celebra el llamado “miércoles de ceniza” que marca el inicio de la Cuaresma, día en que la Iglesia católica unta en la frente de los feligreses una cruz de ceniza, como recordatorio de que polvo seremos una vez hayamos dejado este mundo de los vivos.

Para el pueblo de Tecomatlán es el día mayor de su feria anual. Comienza con el ritual por la mañana de la “toma de ceniza” en la parroquia, y una danza tradicional que alegra las calles de nuestro querido pueblo desde las diez de la mañana; a medio día, la presentación de una banda sinfónica u obra de teatro engalana el auditorio municipal, a donde acude el pueblo y el estudiantado.

Ya por la tarde la gente se arremolina a llenar la Plaza de Toros “La Antorcha” en donde degusta un exquisito programa cultural que amenizan los grupos culturales del Movimiento Antorchista, se pueden apreciar alegres cantos, danzas, bailes y poesía. Por si todavía queda falta quedar lleno de placer, cierra el jaripeo ranchero con la mejor ganadería en turno del país y los mejores jinetes de la república.

Dicho evento se ha logrado año con año por la incansable actividad del Comité de Feria en conjunto con la Presidencia Municipal y el apoyo de los distintos Comités que apoyan a cada una de las candidatas que ponen a juego un sinfín de actividades para coronarse en reina. El éxito rotundo, reside en que los fondos recabados íntegramente se aplican a ofrecer eventos de altísima calidad donde el pueblo disfruta con mucho placer.

Coronan estos eventos la buena organización, la vigilancia y la hospitalidad de los vecinos que en un ambiente familiar conviven con los visitantes y que nos hace recordar que el pueblo mexicano es una gran familia que merece este tipo de distracciones.

En este 2021 debido a la contingencia por COVID, no hay feria presencial, no se escucharán las danzas por las calles, ni se observarán los programas culturales en el auditorio y la plaza de toros, no se bailará después del jaripeo, no saldremos a dar una vuelta en los carritos chocones o a comernos unos tacos o un buen helado con los amigos… pero no por eso está olvidada, una remembranza de la feria por vía virtual nos espera, recordaremos la alegría de otros años, misma que nos dará la fortaleza para soportar la embestida de esta pandemia, habrá tiempo para resurgir de las cenizas y de traer al pueblo la alegría y la algarabía a que tiene derecho, mientras, a seguirnos protegiendo y seguir luchando con Antorcha de la mano.

ExpresiónSerrana/Redacción